GECKOS PARTE 9

Los geckos tienen un desarrollo rápido y una vida relativamente corta. En la mayoría de las especies, los juveniles alcanzan la madurez sexual entre seis y doce meses. Muchas especies tienen una esperanza de vida de tres o cuatro años. En cautiverio suelen alcanzar una edad mayor.

Existen algunas especies de geckos que no ponen huevos, sino que son ovovivíparas; los huevos se desarrollan y eclosionan dentro del cuerpo de la hembra. Son especies que se distribuyen en las regiones relativamente frías, como las especies del género Hoplodactylus de Nueva Zelanda.​ La duración del embarazo suele ser relativamente largo. Las crías de Woodworthia maculatus nacen tras un periodo de gestación de 14 meses. Esto implica que esta especie no puede reproducirse todos los años. En el género Rhacodactylus existe una peculiaridad notable en la reproducción de las especies. Cinco de las seis especies son ovíparas, mas una especie, Rhacodactylus trachyrhynchus de nueva Caledonia, es ovovivípara.

Woodworthia maculatus
Woodworthia maculatus

Depredadores y comportamiento defensivo

Los depredadores de los geckos incluyen mamíferos, pájaros y otros reptiles, como lagartos y serpientes mayores. Algunas serpientes se especializaron en la caza de lagartos, como la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), o la serpiente gato europea (Telescopus fallax) que se alimenta de lagartos nocturnos, principalmente geckos.

Por lo general, los geckos se protegen de manera pasiva. Muchas especies cuentan con un excelente camuflaje y a menudo adoptan una postura letárgica, inmovilizándose al detectar algún peligro. Confían en su camuflaje y se mantienen quietos, incluso cuando el depredador está muy cerca, a diferencia de muchos otros lagartos que huyen rápidamente ante la más mínima sospecha del acercamiento de un depredador. El gecko en cambio sólo tratará de huir al ser descubierto, y tratará de refugiarse en una grieta o hendidura, o en el follaje de un árbol, ya que muchos geckos son casi invisibles en el dosel. Las especies que prefieren refugiarse en grietas y hendiduras, por ejemplo en la corteza de árboles o entre las piedras y rocas, se inflarán con aire una vez que se encuentren en su refugio. De esta manera su cuerpo se trabará en el espacio limitado lo que dificultará el esfuerzo de removerlo. Los geckos sólo adoptarán una postura amenazante cuando se ven arrinconados. En este caso, abren la boca, inflan el cuerpo y producen fuertes sonidos y gritos defensivos.

Coronella austriaca engulle una lagartija
Coronella austriaca engulle una lagartija

Publicado por

velchu

31 años, de Rosario, Argentina.

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